SISTEMA INMUNOLÓGICO

LA IMPORTANCIA DE NUESTRO SISTEMA INMUNOLÓGICO
y
LA FATIGA CRÓNICA



SISTEMA INMUNOLÓGICO. ¿QUÉ ES, PARA QUE SIRVE, COMO TRABAJA?, UNA MUY BUENA NOTA PARA ENTENDERLO, PERO, ¿QUÉ CONOCEN SOBRE EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA?, ENFERMEDAD POCO CONOCIDA Y DEVASTADORA SIN CURA CLARA POR EL MOMENTO. LA RELEVANCIA DE LA REFLEXOLOGÍA EN ESTA PATOLOGÍA. PARA LEER Y COMPARTIR, SOBRE TODO POR SER POCO CONOCIDA.


El Sistema Inmunológico se encarga de proteger al organismo de los microbios y agentes tóxicos ambientales

Uno de los sistemas más importantes del cuerpo humano es el inmunológico, encargado de proteger al organismo contra la agresión o presencia de agentes patógenos y elementos tóxicos, entre los primeros se encuentran todos los microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos y entre los segundos, todos los contaminantes ambientales y venenos.

Son muchos los órganos y elementos corporales que forman parte del sistema inmunológico. Entre ellos están la piel, las lágrimas, los mocos, el sudor, la sangre, el sistema linfático formado por los ganglios y la cerilla de los oídos.

Unos, los que están en contacto con el medio ambiente o que son una vía de entrada al organismo, actúan para evitar la entrada de microbios o sustancias peligrosas al organismo, entre ellos están: 
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La piel, que cubre todos los órganos del cuerpo y produce sudor, que ayuda a eliminar sustancias tóxicas que se forman en el interior del cuerpo y produce grasa para que los golpes leves no dañen a los órganos internos. 
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Las lágrimas, protegen a los ojos de cualquier elemento extraño, lo limpian expulsando polvo y basuritas principalmente. 
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La mucosa de la nariz produce moco, una sustancia que junto con los vellitos, ayuda a detener microbios, basuritas, polen o sustancias tóxicas, que producen enfermedades y en muchas personas, también alergias. 
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Dentro del oído se produce cerilla o cerumen, que es una grasa amarillenta que detiene y evita que entren microbios y basura.

Pero si bien estos órganos actúan como escudos, para evitar que entren sustancias y elementos que pueden causar alguna enfermedad, los verdaderos defensores son los glóbulos blancos, que se localizan en la sangre y que tienen la misión de encontrar, identificar y aniquilar los microbios y elementos nocivos que logran entrar a nuestro cuerpo.

El Proceso Inmunológico

El proceso inmunológico funciona así: un agente infeccioso entra en el cuerpo. Quizá es un virus de la gripe que entra por la nariz. Quizá es una bacteria que entra por la sangre cuando se pincha con un clavo. Su sistema inmunológico está siempre alerta para detectar y atacar al agente infeccioso antes de que cause daño. Sea cual fuere el agente, el sistema inmunológico lo reconoce como un cuerpo ajeno. Estos cuerpos externos se llaman antígenos. Y los antígenos deben ser eliminados.

La primera línea de defensa del cuerpo es un grupo de células llamadas macrófagos. Estas células circulan por la corriente sanguínea y en los tejidos del cuerpo, vigilantes de los antígenos.

Cuando un invasor entra, un macrófago rápidamente lo detecta y lo captura dentro de la célula. Enzimas en el interior del macrófago destruyen al antígeno procesándolo en pedacitos pequeños llamados péptidos antigénicos. A veces este proceso por sí solo es suficiente para eliminar al invasor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, otras células del sistema inmunológico deben unirse a la lucha.

Pero antes de que otras células puedan empezar su trabajo, los péptidos antigénicos dentro del macrófago se unen a moléculas llamadas antígenos de leucocitos humanos o HLA. La molécula de HLA unida a al péptido, ahora llamada complejo antigénico, es liberada del macrófago.

Células llamadas linfocitos de la clase T, pueden entonces reconocer e interactuar con el complejo péptido antigénico-HLA que se encuentra en la superficie del macrófago.

Una vez que dicho complejo es reconocido, los linfocitos T envían señales químicas llamadas citocinas. Estas citocinas atraen más linfocitos T. También alertan a otros linfocitos, de la clase B, para que produzcan anticuerpos.

Estos anticuerpos se liberan a la circulación sanguínea para encontrar y unir más antígenos, de tal forma que los invasores no se puedan multiplicar y enfermarle. En el último paso de este proceso, una célula llamada fagocito se encarga de remover el antígeno del cuerpo.

SINDROME DE LA FATIGA CRÓNICA

Es un cansancio intenso y continuo que no se alivia con el descanso y no es causado directamente por otras enfermedades.

Causas

Se desconoce la causa exacta del síndrome de fatiga crónica (SFC). Algunas teorías sugieren que puede deberse a:

• El virus de Epstein-Barr (VEB) o el virus del herpes humano tipo 6 (HHV-6). Sin embargo, no se ha identificado ningún virus específico como la causa.
• Inflamación en el sistema nervioso, debido a una respuesta defectuosa en el sistema inmunitario.

Lo siguiente también puede jugar un papel en el desarrollo del SFC:
• Su edad
• Enfermedad previa
• Estrés
• Genética
• Factores ambientales

Este síndrome ocurre con mayor frecuencia en mujeres de 30 a 50 años.

Síntomas

Los síntomas del síndrome de fatiga crónica son similares a los de la gripe y otras enfermedades virales comunes y abarcan dolores musculares, dolor de cabeza y fatiga extrema. Sin embargo, los síntomas del SFC duran por seis meses o más.

El síntoma principal del SFC es el cansancio (fatiga) extremo, el cual es:

• Nuevo.
• Dura al menos seis meses.
• No se alivia con el reposo en cama.
• Tan intenso que le impide a usted participar en ciertas actividades.

Otros síntomas abarcan:
• Sentirse muy cansado durante más de 24 horas después de realizar ejercicio que normalmente se consideraría fácil.
• No sentirse descansado después de haber dormido suficiente tiempo.
• Falta de memoria.
• Problemas para concentrarse.
• Confusión.
• Dolor articular pero sin hinchazón ni enrojecimiento.
• Dolores de cabeza diferentes a los que ha tenido en el pasado.
• Irritabilidad.
• Fiebre leve: 101° F (38.3° C) o menos.
• Dolores musculares (mialgias).
• Debilidad muscular en todo el cuerpo o en distintas partes, que no es causada por ningún trastorno conocido.
• Dolor de garganta.
• Sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o la axila.

Pruebas y exámenes

Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) describen el síndrome de fatiga crónica como un trastorno diferente con síntomas y signos físicos específicos, basándose en el descarte de otras causas posibles.

El síndrome de fatiga crónica se diagnostica después de que el médico descarta otras posibles causas de fatiga, como:

• Farmacodependencia.
• Trastornos autoinmunitarios o inmunitarios.
• Infecciones.
• Enfermedades musculares o neurológicas (como esclerosis múltiple).
• Enfermedades endocrinas (como hipotiroidismo).
• Otras enfermedades (como cardiopatías, nefropatías o hepatopatías).
• Enfermedades psiquiátricas o psicológicas, particularmente depresión.
• Tumores.

Un diagnóstico del síndrome de fatiga crónica debe incluir:

• Ausencia de otras causas de fatiga crónica.
• Al menos 4 de los otros síntomas específicos del SFC.
• Fatiga extrema y prolongada.

No existen pruebas específicas para confirmar el diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, ha habido informes de pacientes con síndrome de fatiga crónica que arrojan resultados anormales en los siguientes exámenes:
• Resonancia magnética del cerebro.
• Conteo de glóbulos blancos.

Tratamiento

En la actualidad, no existe cura para el síndrome de fatiga crónica y el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. Muchas personas con este trastorno experimentan depresión y otros problemas psicológicos que pueden mejorar con tratamiento.

El tratamiento abarca una combinación de lo siguiente:
• Terapia cognitiva-conductual (TCC) y ejercicio gradual para ciertos pacientes.
• Una alimentación saludable.
• Técnicas de manejo del sueño.
• Medicamentos para reducir el dolor, la molestia y la fiebre.
• Medicamentos para tratar la ansiedad (ansiolíticos).
• Medicamentos para tratar la depresión (antidepresivos).

Algunos medicamentos pueden causar reacciones o efectos secundarios que son peores que los síntomas originales de la enfermedad.

A los pacientes con SFC se les estimula a mantener una vida social activa. El ejercicio físico liviano también puede servir. El equipo médico le ayudará a planear qué tanta actividad puede hacer y cómo incrementarla lentamente. Las recomendaciones son:

• Evitar hacer demasiado en los días cuando usted se siente cansado.
• Balancear el tiempo entre la actividad, el reposo y el sueño.
• Dividir las tareas grandes en tareas menores y más manejables.
• Repartir las tareas de mayor desafío a lo largo de la semana.

Las técnicas de relajación y reducción del estrés pueden ayudarle a manejar el dolor crónico y la fatiga. Sin embargo, no se usan como tratamiento principal para el síndrome de fatiga crónica. Las técnicas de relajación abarcan:

• Biorretroalimentación
• Ejercicios de respiración profunda
• Hipnosis
• Terapia con masajes
• Meditación
• Técnicas de relajación muscular
• Yoga

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico a largo plazo para los pacientes con el síndrome de fatiga crónica varía y es difícil de predecir cuando los síntomas comienzan por primera vez. Algunos pacientes se recuperan completamente después de 6 meses hasta un año.

Algunos pacientes nunca sienten que vuelvan a desempeñarse como antes de presentar la enfermedad. Los estudios sugieren que usted tiene mayor probabilidad de mejorar si recibe una rehabilitación intensiva.

Posibles complicaciones

• Depresión.
• Incapacidad para participar en actividades sociales y laborales, lo cual puede llevar a aislamiento.
• Efectos secundarios y de los medicamentos o tratamientos.

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con el médico si experimenta fatiga intensa y persistente, con o sin otros síntomas de este trastorno. Otros trastornos más graves pueden provocar síntomas similares y se deben descartar

¿PODRÍA SER UNA FALLA EN EL SISTEMA INMUNOLOGICO?

(SFC), confirmaron investigadores noruegos en la revista PLoS One, destaca PL.
Con este estudio, expertos de la Universidad de Haukeland en Bergen, dieron continuidad a una investigación iniciada en el 2004 cuando hallaron que un fármaco contra el linfoma Hodgking llamado rituximab, era capaz de combatir los síntomas de esa enfermedad.
El SFC provoca cansancio intenso y continuo que no se alivia y no es provocado directamente por otras enfermedades.
Tras el hallazgo inicial los médicos probaron ese fármaco contra el cáncer en otros 30 pacientes que padecían la fatiga crónica también conocida como encefalomielitis miálgica.
Una parte de los participantes recibió rituximab y la otra un placebo.
Entre los que recibieron el medicamento para tratar el cáncer el 67 por ciento mejoró contra el 13 por ciento de los que recibieron un placebo.
«Hubo una respuesta variada: un alivio nulo, moderado o drástico de todos los síntomas. "Dos no tuvieron recurrencia (de sus síntomas), su vida cambió completamente de forma muy drástica», explicó el autor principal del estudio, Oystein Fluge.
La fatiga crónica puede producirse porque los linfocitos B, los glóbulos blancos, producen anticuerpos que agreden al organismo.
El medicamento logra eliminar el exceso de linfocitos B para que el sistema inmune funcione con normalidad.
En algunos pacientes, sin embargo, no se logró ese efecto y la fatiga regresó cuando el organismo produjo más linfocitos B.
Investigadores que no participaron en el estudio señalaron que estas conclusiones son alentadoras para personas con SFC.

DESDE LA REFLEXOLOGÍA

Como siempre decimos, la Reflexología es un excelente complemento para el tratamiento de diversas patologías. En éste caso puede resultar fundamental por diversas razones. Como hemos leído, en el caso de la Fatiga Crónica, son pocos o experimentales los medicamentos que “curen” ésta enfermedad, y el proceso, muy parecido en algún punto con la Fibromialgia, ataca a muchas partes de nuestro cuerpo y mente. Es menester del terapeuta interpretar la enfermedad tanto desde su “arte y oficio”, como de lo que el paciente refiere en la charla que debe ser constante. En este como en todos los tratamientos es de relevancia llevar una clara historia clínica del paciente, llevando un registro de evoluciones e involuciones para entender mejor la mutación de los síntomas y comprender así a que nos enfrentamos.
Indudablemente y siempre comenzando con el masaje general, un buen comienzo es fortalecer el sistema inmunológico y para ello recomendamos la siguiente secuencia, simple y por demás efectiva.

BAZO
AMIGDALAS
GLANDULA LINFATICA A
GLANDULA LINFATICA DEL PECHO
GLANDULA LINFATICA INFERIOR
GLANDULA LINFATICA SUPERIOR
CISTERNA LINFATICA O CONDUCTO TORACICO.

Fuente: P.Bienestar


Ana Leticia Pimentel
Psicoterapeuta en Ayan Say
López Mateos 915,
Col Petrolera.
Coatzacoalcos, Ver.
Tel 9212135931
Cel 9211240084

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