Lo esencial no es la acción,
aun la aparentemente correcta,
sino la interacción entre la voluntad humana
y la Voluntad Espiritual,
un Plan divino y sabio.
Tenemos una voluntad humana (mecánica),
una voluntad interior (anímica)
y una Voluntad Superior.
La primera es reacción,
la segunda es acción,
la tercera es interacción.
La liberación es posible,
pero sólo como resultado de trabajos prolongados,
de grandes esfuerzos y sobre todo
de esfuerzos conscientes hacia una meta definida.
Lo que cesa de crecer cesa de Ser.
JAM
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